El pasado fin de semana, el Grupo Joven de la Hermandad de Fátima vivió una experiencia profundamente espiritual y emotiva en la aldea de Almonte, que quedará grabada en los corazones de todos los participantes.
Bajo el lema de unión y fe, los jóvenes emprendieron una peregrinación desde Almonte hasta El Rocío, recorriendo el icónico camino de Los Llanos. Este trayecto, cargado de oración y reflexión, les permitió conectar con la naturaleza y con su devoción a la Virgen María.
El encuentro continuó con un almuerzo en los pinos, un momento de descanso en el que la camaradería y la alegría se hicieron presentes, rodeados de un entorno natural incomparable.
Posteriormente, los jóvenes participaron en una emotiva misa junto a la Hermandad Matriz de Almonte, reforzando su compromiso espiritual y su amor a la Virgen. La jornada culminó con una entrañable convivencia durante la cena, un espacio donde los lazos de unión y amistad se fortalecieron en un ambiente de fraternidad y devoción.
Desde la Hermandad de Fátima agradecemos a todos los que hicieron posible esta maravillosa experiencia. Unidos en Cristo y bajo la protección de nuestra Madre, seguimos creciendo en la fe y construyendo una comunidad cada vez más sólida y llena de amor.
¡Que la Virgen María guíe siempre nuestros pasos!